Maria Cecilia Reyes

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Nijolė, la huella de la existencia

Hoy es un día importante. Esta noche en la Cinemateca de Bogotá es la premier nacional del documental Nijolė, en el cual trabajé como guionista y montajista. Sin embargo, lo que inició en aquél 2016, sigue vivo todavía hoy. Antanas alguna vez dijo que él sintió el deber de hacerse "famoso" para hacer justicia a su madre. Esta película es justamente eso.

Nijolė me mostró cómo los artistas nunca mueren. El año pasado durante mi residencia en Akademie Schloss Solitude, en la ciudad de Stuttgart, proyecté el documental. Fue justo en Stuttgart, donde Nijolė estudió bellas artes. Allí llegó en plena guerra mundial, escapando de su país natal Lituania.

El ritual de proyectar el documental en ese mismo lugar, desató una serie de eventos inesperados.

Elke Aus dem Moore, directora de Solitude, supo que debía traer a Nijolė a la tierra que la vio desarrollarse como artista. Con el equipo de la Triennale, empezamos a trabajar, junto a la familia Mockus Sivickas, para traer las obras de Nijole a la trienal de escultura en pequeña escala de Triennale Fellbach, y la obra gráfica de Nijole, que incluye una serie de dibujos que realizó mientras vivía en Alemania.

Escudriñando en sus archivos, descubrimos que no sólo estudió en Stuttgart sino que vivió también en Fellbach, exactamente el mismo lugar a donde volverían sus trabajos, más de 70 años después, y donde todavía pueden ser visitados.

Nijolė falleció un mes antes del estreno mundial del documental, en el festival de documentales DOK Leipzig, (casualmente es Alemania a reconocer el genio de Nijolė otra vez). Desde entonces la película ha sido proyectada en nuestro FICCI en Cartagena, en DocsBarcelona, en BiografilmFest en Italia, y fue la película inaugural del Festival de documentales de Vilnius, capital de Lituania.

Personalmente, desde ese momento también establecí una relación profunda con Lituania, un país que, a pesar del frío, está hecho de gente muy muy cálida y amorosa. Dagnė Vildžiūnaitė, productora del documental vino a conocer a Nijole y Antanas en un almuerzo en Vilnius y materializó el sueño. Eglė Aleksandra Marija Ozolinčiūtė logró en una semana que el Museo de Arte Moderno de Vilnius presentara la obra de Nijolė "Darbai ir Reflekcijos"; la música de Lina Lapelyte, artista ganadora del león de oro de Venecia, se mezcló perfectamente con la personalidad de esta historia, y Silvija Woolf, aprendió a amar a los personajes a través del la línea de montaje.

Desde hoy la película podrá ser vista en las salas de cine de Colombia, gracias al trabajo de la productora colombiana La Olimpo, y Distrito Pacífico. El documental llega finalmente al país que acogió a Nijolė, al cual ella amó profundamente, y donde nació ese sujeto con el nombre extraño que nos recordó que la vida es sagrada.

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Today is an important day. Tonight at the Cinemateca de Bogotá is the national premiere of the documentary Nijolė, in which I worked as a screenwriter and editor. However, what began in 2016 is still alive today. Antanas once said that he felt a duty to become "famous" to do justice to his mother. This movie is precisely that.

Nijolė also showed me how artists never die. Last year during my residency at Akademie Schloss Solitude, in the city of Stuttgart, I screened the documentary. It was in Stuttgart, where Nijolė studied fine arts. She arrived there in the middle of the second world war, escaping from her native country of Lithuania. The ritual of screening the documentary in that same place unleashed a series of unexpected events.

Elke Aus dem Moore, director of Solitude, knew she had to bring Nijolė to the land where she develop as an artist. With the Triennale team, we started working, together with the Mockus Sivickas family, to bring Nijole's works to the small-scale sculpture Triennale of Fellbach, and Nijole's graphic work, which includes a series of drawings that she made while living in Germany.

Digging into her archives, we discover that she not only studied in Stuttgart but also lived in Fellbach, exactly the same place where her works would return, more than 70 years later, and where they can still be visited.

Nijolė passed away a month before the world premiere of the documentary, at the DOK Leipzig documentary festival (coincidentally it is Germany to recognize Nijolė's genius again). Since then the film has been screened at FICCI in Cartagena, at DocsBarcelona, ​​at BiografilmFest in Italy, and was the opening film of the Vilnius Documentary Festival, the capital of Lithuania.

Personally, from that moment I also established a deep relationship with Lithuania, a country that, despite the cold, is made of very, very warm and loving people. Dagnė Vildžiūnaitė, producer of the documentary came to meet Nijole and Antanas at a lunch in Vilnius and the dream materialized. Eglė Aleksandra Marija Ozolinčiūtė succeeded in getting the Vilnius Museum of Modern Art to present Nijolė's work "Darbai ir Reflekcijos" in only one week; the music of Lina Lapelyte, winner of the Golden Lion of Venice, blended perfectly with the personality of this story, and Silvija Woolf learned to love the characters through the editing timeline.

Today the film can be seen in movie theatres in Colombia. The country that welcomed Nijolė, which she loved deeply, and where that guy with the strange name was born and reminded us that life is sacred.